Sabor de la India
Ubicado en Fernando el Católico 66 (Zaragoza, España), este restaurante trae los sabores especiados de la cocina india hasta la ribera del Ebro. Una alternativa más para los que buscan algo distinto.
El local es amplio y el ambiente agradable. La música, la decoración hacen referencia a la India pero no sin caer en los excesos del parque temático; incluso podríamos decir que es un restaurante sobrio, sin demasiadas concesiones a la estético. No encontraréis una estatua gigante de Shiva en el centro del local, vamos. La sorpresa está en la carta.
Como postre o bebida para acompañar la comida os recomiendo el "lazi", un refresco a base de yogur, dulce o salado, según gustos, que contrasta con los sabores especiados y picantes de los platos principales. Como entrantes, una opción interesante son las empanadillas de verduras que se sirven acompañadas de una salsa de color rosa intenso, de sabor muy suave. Como platos principales destaca el cordero con salsa de curry picante, con tomates y pimiento verde ("lamb tikka jalfresi"), que sirven en un recipiente de metal. El pollo con especias y salsa de almendras ("chiquen tikka massalla") es otra opción sugerente para los estómagos más sensibles al picante. Lo mejor es pedir varios platos y un pan tradicional de ajo y compartir. En la carta se ofrecen además variedad de arroces como acompañamiento.
He estado cenando un par de veces y pienso volver, me quedé con ganas de probar unos cuantos platos. Lo único que me decepcionó un poco fue el postre. Pedí "Halwa", una especie de pastel indio de sémola con semillas de cardamomo, de aspecto anaranjado y consistente, y de sabor apagado. No terminó de convencerme.
En cuanto a los precios: acompañamientos 3 a 5 €, principales 8 a 12 € y postres de 3 a 5 €.
El local es amplio y el ambiente agradable. La música, la decoración hacen referencia a la India pero no sin caer en los excesos del parque temático; incluso podríamos decir que es un restaurante sobrio, sin demasiadas concesiones a la estético. No encontraréis una estatua gigante de Shiva en el centro del local, vamos. La sorpresa está en la carta.
Como postre o bebida para acompañar la comida os recomiendo el "lazi", un refresco a base de yogur, dulce o salado, según gustos, que contrasta con los sabores especiados y picantes de los platos principales. Como entrantes, una opción interesante son las empanadillas de verduras que se sirven acompañadas de una salsa de color rosa intenso, de sabor muy suave. Como platos principales destaca el cordero con salsa de curry picante, con tomates y pimiento verde ("lamb tikka jalfresi"), que sirven en un recipiente de metal. El pollo con especias y salsa de almendras ("chiquen tikka massalla") es otra opción sugerente para los estómagos más sensibles al picante. Lo mejor es pedir varios platos y un pan tradicional de ajo y compartir. En la carta se ofrecen además variedad de arroces como acompañamiento.
He estado cenando un par de veces y pienso volver, me quedé con ganas de probar unos cuantos platos. Lo único que me decepcionó un poco fue el postre. Pedí "Halwa", una especie de pastel indio de sémola con semillas de cardamomo, de aspecto anaranjado y consistente, y de sabor apagado. No terminó de convencerme.
En cuanto a los precios: acompañamientos 3 a 5 €, principales 8 a 12 € y postres de 3 a 5 €.