The Buchannan Food Experience

Experiencias culinarias: visitas a restaurantes, bares, antros e incluso tugurios, recetas caseras... todo aquello relacionado con el placer de comer. Culinary experiencies: visits to restaurants in Spain and abroad, to pubs, seedy bars...etc..Home made recipes and everything related to the pleasure of table.

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Soltero, muy heterosexual. Deporte... pasear. Los relojes de diseño.

Thursday, September 24, 2009

Japoneses en Barcelona

Lo cierto es que se trata de un tema tan, tan machacado por todo el mundo, que aburre un poco, la verdad. Pero también es verdad que al final acudimos a este tipo de restaurantes con cierta frecuencia, por lo que más vale andar prevenidos.

Vaya por delante que no soy ninguna experta. A los restaurantes japoneses no voy a hacer estudios ni sociológicos ni gastronómicos; simplemente voy, como mi arrocico, mis udon y mi sashimi, y para casa. Por eso, entre los restaurantes barceloneses que voy a recomendar, es más que posible que aparezca un chino "remozado". Lo siento, pero como no sé japonés, no he estado en japón e, insisto, no soy ni mucho menos una experta, tendréis que conformaros con esto.

En algún momento de la historia ya se comentó en este blog la existencia del Rojo y del Fusion Sushi Club.

Bueno, pues ahora, en el capítulo de despropósitos hemos de empezar por el KIBUKA. La ventaja es que está en Gràcia, que, de momento, es mi barrio; en concreto en la calle Goya. La desventaja es que, no, no vas a cenar en él un sábado; ni un viernes; ni ninguna víspera de fiesta. Mi naturaleza perezosa me ha impedido ir a ese lugar antes de las 21 horas los viernes y los sábados, así que el noventa por ciento de las veces que he acudido a este lugar, horrorizada ante la marabunta de la puerta, me he visto obligada a seguir mi camino hasta Gran de Gràcia y tomarme un estupendo frankfurt de tres euros. Sólo en una ocasión he conseguido deleitarme con los manjares del Kibuka; y el éxtasis no fue tal. Nada excepcional en lo que a pescado se refiere. En cuanto al servicio, pienso que debí tener muy mala suerte, porque: a) tardaron un mucho en atendernos y servirnos; b) los platos fueron literalmente tirados sobre la mesa c) la sonrisa no se estila.

Menos mal que, también en los alrededores de Gràcia está el Nihon Sakari (Girona, 88). No será maravilloso, ni super cool, ni nadie va disfrazado; y es cierto que la foto del Golden Gate del fondo, que ocupa toda la pared, es un elemento de atrezzo, cuando menos, singular. Pero el sashimi es el más fresco que he probado en Barcelona a un precio razonable y, francamente, al sashimi lo único que se le puede pedir es que esté bien cortado y fresco. Y de postre, yo que soy una laminera, mochi. Este restaurante sale un poco más caro que los japoneses "de carril", bufet libre, etc, pero realmente merece la pena.

A otro nivel, y para otros momentos, en la Plaça de la Revolució se encuentra el Maguroya (Ramón y Cajal 32). Es un take away que, parece ser, regenta una japonesa. Lo cierto es que la mitad de las veces me ha atendido un "barceloní". No es maravilloso, ni mucho menos, pero se deja comer bastante bien, y para quedarte en casa una noche, o invitar al alguien a cenar, pues es muy socorrido.

Otro día os hablaré del japonés que visitamos en Helsinki. Pero Helsinki y sus restaurantes requieren un capítulo aparte.

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Sunday, July 12, 2009

Redescubriendo el mediterráneo: Da Greco


La Doctrina no es pacífica en cuanto a italianos se refiere, pero creo que a cualquier amante de la cocina italiana y de las cosas bien echas le gustará este restaurante. Este tipo de locales me encanta. Reconozco estar cada vez más cansado de la mala educación y de los manteles de papel, de la tortilla de patata criogenizada y demás experimentaciones, para eso me quedo casa.

Al entrar al local uno encuentra un recibidor amplio, recargado con todo tipo de fruslerías. No se trata, sin embargo, de la típica decoración impersonal de restaurante italiano franquiciado; estamos más cerca del italiano de Nueva York que de la tasca romana. La mantelería, la cristalería, el esmerado servicio, y sobre todo la comida, no dejan de recordar la diferencia con los monótonos clones que podemos encontrar en cualquier capital de provincia.

Al pedir el vino, evitamos las referencias españolas y nos decantamos por un blanco italiano, de precio similar a varios de los españoles y que no defraudó en absoluto. Empezamos con unos entrantes: antipasto de verduras y ensalada caprese. De pasta, probamos los tortellini de trufa blanca al gorgonzola y los spaguetti fruti di mare (28 lauros pagados muy a gusto, de alguna manera el plato estrella). Tienen por costumbre, además, servir un pequeño plato de degustación de aquello que haya pedido otro comensal. Al postre no llegamos con hambre. Tuvimos que prescindir del brownie, que en la carta de postres aparecía adornado con toques casi de leyenda urbana. Será en otra ocasión.



Unos 30 o 40 euros por persona aproximadamente. En los Jardines de Gracia, al lado de la Diagonal.

Por favor, no dejéis de acudir al servicio, además de lavaros las manos antes de comer, cosa sana, podréis sentaros en una butaca de cuero (no entiendo que hace junto a los mingitorios) y contemplar un busto romano.

PS: Para cenar tienen dos turnos:ocho y media y diez y es conveniente reservar. Que ustedes lo disfruten.

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Saturday, December 13, 2008

La maison du Foie Gras



Después de esperar unas dos horas en un pueblecito de Cataluña sin haber comido, por debajo de los cero grados y sin otra ocupación que la de deambular por sus calles, a que mi pareja terminase su reunión de trabajo, lo que me pedía el cuerpo era atar al bardo en lo alto de una encina y celebrar un banquete al estilo galo. Como teníamos que regresar a dormir a un albergue que estaba en la parte francesa y dudábamos del estado en que podría quedar la carretera si nos retrasábamos demasiado, decidimos cruzar la frontera y probar fortuna. Era un poco tarde ya, según el horario francés, y tanto en Sallagosse como en Bourg Madame se negaron a darnos mesa para cenar.

Decidimos ir a Puigcerdá como opción más segura. Mientras buscábamos aparcamiento me pareció ver un local que tenía buena pinta, pequeño, recogido, con una luz ténue que se recortaba en los cartelitos que anunciaban las viandas: specialitès catalanes, foie...etc...Dejamos el coche a unas calles unos dirigimos al restorán. Al mando de los fogones esta Thierry hijo, nieto, bisnieto...de cocineros y, me dio la impresión de que los que atendían las mesas eran su mujer y su hijo. Artesanía del pato y ambiente muy acogedor.



Pedimos un menú degustación que consistía en un entrante de fuá, magret de pato acompañado de ensalada y verduritas a la plancha y manzana; de postre, flan casero o quesos. Tome un par de copas de un Burdeos, que no estaba mal, y me quede con las ganas de haber compartido una botella con mi acompañante.

No recordaba el nombre del sitio ni del cocinero porque la señorita que me acompañaba no dejaba de azuzarme; conducía ella y no quería encontrar placas de hielo de vuelta albergue, así que olvidé apuntar estos datos esenciales. Sin embargo, maravillas de la técnica, acabo de encontrar una entrada en otro blog que me ha resuelto el problema:
http://restaurantesacogedoresybaratos.blogspot.com/2008/02/la-maison-du-foie-gras.html.

Nosotros tuvimos suerte porque no habíamos reservado y el local es realmente pequeño. Además, de esto ya no me acordaba, venden foie, quesos y otras especialidades de la zona.

Si estáis por la zona no os lo podéis perder. Al final, merecieron la pena las tribulaciones del día. Dios aprieta pero no ahoga, como suele decirse.

Pace Cabrinetty, 14
Puigcerdà
0034 972 88 11 22
15 € aprox. (a partir de)

Tuesday, July 29, 2008

EXPO ZARAGOZA 2008

Despite we are not real fans of the Internacional Expo which is being held in our home town, it is not possible to obviate its existence. And, provided many people are going to visit the event, we find it better to attend to it knowing where to eat.

It must be borne in mind the nature of the event: an exposition which expects to receive thousands of hungry visitors which not always want to pay much for what they eat. Consequently, there are a whole bunch of stands where to get an edible-but-not-very-cheap sandwich; it’s a good choice for those who want to eat “on the run”.
Notwithstanding the above, there are also a few good places where to have a nice meal, just paying few more euros. For instance, the French and the Japanese restaurants, though not very original, are said to be correct. The Uruguayan restaurant seems great, with good roasted meat to eat; however, it you are looking forward to eat there, you may book a table the a few hours before, otherwise you will have to eat a cheeseburger somewhere else.


Our final choice was the Polish restaurant, with its traditional pierogi and its meatballs, with some glasses of Ziwiec (good Polish beer). We could even have had some “mad dogs” (a kind of cocktail made of vodka and Tabasco), made with Wyborowa vodka, though we thought it too much for my body, too much for my brain… We paid about 12 euros for each one, which I think was very accurate. Then we moved to the Mexican bar, where we had several Tamarindo Margaritas (8 €) which were absolutely great.

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Tuesday, July 22, 2008

Un lugar sin nombre en el Carrer de l'Or

Abrumados por la insistente oferta de la calle Verdi de cocinas especiadas y exóticas, palestina, siria, libano y otros reinos del cordero, y habiéndonos negado a hacer cola por enésima vez para cenar en el Kibuka (cocina japonesa o del palo), entramos a restaurarnos en un diminuto local de la calle del Oro (Carrer de l'Or). No sé lo que nos llamó la atención, puesto que no recuerdo el nombre, ni siquiera si lo tenía, y la carta a bote pronto tampoco prometía manjares exóticos. Fue problablemente el hecho de que hubiera sitio libre a aquellas horas en zona tan concurrida a eso de la cena.

Un par de ensaladas nos pareció lo apropiado para empezar. Comenzó también el juego de contrastes. La carta estaba toda en catalán y sólo en catalán (de momento no multan si no está en inglés o en bereber) así que transcribiré, si necesario y en castellano, el nombre de los platos. Decía, empezamos con una Amanida Lyon (ensalada de Lyon), que fue lo siguiente: dos tostadas, con sendas rodajas de queso tibio de cabra, sobre una base de distintas variedades de lechuga apañadas de mala manera y excesivamente salada. Decepción.

La Amanida L'Escala -vaya nombrecitos tan elegantes- fue un bálsamo reparador: base de tomate, con boquerones y un aliño vinagretero a la oliva negra. Mucho mejor. De ahí, pasamos al Assortiment de truites (surtido de tortillas), quizá lo más reseñable, de verduras, habitas tiernas y patata y al surtido de pates, que no estuvo mal pero que a mí sólo me supo a paté a la pimienta.

Por último y de postre una copa de helado de turrón con nata y chocolate y una brocheta de frutas al chocolate. Perfectamente me lo hubiera podido preparar yo en casa con igual o mejor resultado (este criterio se lo debo a mi madre), pero tampoco vamos a criticar por criticar.Ah,no probé el pastel de chocolate con chocolate, tenía miedo de que no fuera otra cosa que pastel de chocolate con chocolate.

Todo ello, acompañado de tres cervezas (checas y del país) y par de botellas de agua, nos salió por unos 48 euros. Bien, teniendo en cuenta que éramos tres, que el servicio fue rápido y atento y que no nos quedamos con hambre. Propina: la maldita crisis nos hizo quedar como unos rijosos.

En resumen, un oasis de comida sin pretensiones en la marabunta de parque temático de la zona de la calle Verdi.

Carrer de l'Or (al lado de un wok, a la altura del número 21)
Barrio de Gracia (Barcelona)

PD: prometo una entrada acerada sobre una cerveza Barcelonesa (y no me refiero al orín gasificado marca Damm).

Do jutra.

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Friday, December 07, 2007

NegroRojo, Barcelona...


... or where lawyers eat when they are angry with their corresponding bosses.


Right in front of L'illa, in Barcelona, (groundfloor of the Caja Madrid building) the restaurant NegroRojo arises among several insipid restaurants in the Diagonal of Barcelona.

The special feature which makes this restaurant quite peculiar is the fact of having two different atmospheres. The black one is a Mediterranean restaurant, where one can chose among different rissotos, salads, meats and an acceptable fideuá. The red restaurant, located in the basement of the building, is a Japanese restaurant, as the Japanese restaurants are understood in this part of the world; I mean that it is not a real Japanese, but people might prefer these noodles and portions of meat or fish than real sushi, and a seaweed salad.

In the Rojo it is not possible to book a table, and one must share its table with unknown people; it is also a take-away. None of them are as cheap as to have lunch everyday in there, but it is rather reasonable for an evening dinner from time to time. During the weekend, drinks are served until 1 a.m. and there's a DJ.
The restaurant NegroRojo belongs to the Tragaluz group.

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Wednesday, November 07, 2007

Don Cipriani: un "must" en Sóller (Mallorca)



En la afrancesada y cosmopolita ciudad de Sóller, situada en el valle del mismo nombre, en el Noroeste de la Isla de Mallorca, encontramos un local singular. Y digo bien, singular. Es un restaurante regentado por argentinos (lo presupongo por el acento) donde se da cita esa peculiar facilidad que tienen para reinventar y asimilar distintas tradiciones culinarias. Su especialidades es la pasta fresca, con platos que se renuevan integrando productos típicos de la gastronomía local. Probamos los tortellini rellenos de sobrasada con salsa de cerveza y olivas y los rellenos de gambas y chipirones en su tinta. Exquisitos ambos y nada pesados los primeros para lo que uno podía esperar. Como curiosidad, los había también rellenos de acelga y salteados con jamón, pero estos los dejamos para otra ocasión. Ya conocíamos el buen hacer de esta gente y lo acogedor y hospitalario del local y descubrimos encantados que seguía siendo tal y como lo recordábamos. Compartimos antes de la pasta un delicioso Carpaccio de buey con rúcula y lo acompañamos todo con un blanco de Binissalem que pasó con notable el examen. De postre un tiramisú casero y un coulan de chocolate excelentes nos prepararon para una siesta merecida. Unos 25-35 € por persona.



El tiempo templado de las islas nos permitió disfrutar de la comida en la terraza, con las montañas de la Sierra de la Tramontana como decorado.

Al final de la Gran Vía, casi en la Plaza de América, después de un recomendable paseo entre edificios señoriales de piedra bajo la sombra de los tilos, encontraréis este restaurante. Probadlo,

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Paternoster Square o la pérfida Albión

Había sido una mañana feliz dedicada a las compras. Perfumes en Fortum&Mason, camisas de cuadros en Cordings (una de mis tiendas fetiche en la City), libros en Hatchard's...un agotador tirar de tarjeta. Desde Oxford Circus, cuando la cordura aconsejaba dedicarse a menesteres más espirituales, nos encaminamos a la Tate Modern. Pensábamos cojer el metro hasta St. Paul's Cathedral y después cruzar el Támesis por la pasarela diseñada por Norman Foster.

Lloviznaba cuando abandonamos la boca del metro y llegamos completamente calados a la entrada del museo. Showers (duchas) creo que llaman los locales a este tipo de precipitaciones. Cuando ya nos veíamos disfrutando del atardecer en la cafetería de la última planta, el portero nos comunicó, con el gesto característico, que no podíamos pasar, había fiesta privada.

Empapado, con la pequeña tempestad arreciando, me encontraba bloqueado, con unas terribles ganas de acudir al servicio e incapaz de pensar. Dios nos perdone, entramos en un Starbuck's, en lo que se convirtió en una especie de cronometrada: pedir café, ir al baño, beber café que cierran en 5 minutos.

Con el respiro de haber superado la primera pantalla, buscamos un sitio para cenar en las inmediaciones de St. Paul. La guía esta de solteronas vegetarianas (Lonely planet) nos proponía un restaurante llamado Paternoster, en la plaza situada junto a la catedral y que da título a esta entrada. Como que no nos apetecían rollitos de soja, ni brochetas de tofú ni material del estilo, y era el único sitio en la zona donde parecían servir carnaza nos decidimos por él. Continuará...

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